El ajenjo marino es una planta herbácea que suele medir alrededor de 30 cm de altura, aunque en algunas ocasiones puede superarlos.
Está formada por un tallo rígido y erguido, de tono grisáceo y totalmente recubierto de hojas.
Dichas hojas son bastante grandes en proporción con el tamaño del resto de la planta: suelen medir de 3 a 5 cm, están totalmente divididas en segmentos que a su vez se subdividen en más segmentos y su color es blanquecino.
Se encuentra en la zona costera de la Península, siendo una especie propia de las costas de Cádiz.
Se cría en prados y llanuras cercanos a la costa.
La floración se produce durante los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Las flores se agrupan en cabezuelas que son más pequeñas que el resto de las plantas de su familia.
Estas cabezuelas pueden contener unas 20 flores.
Se recolectan principalmente las sumidades floridas de la planta, por lo que la mejor época para la recolección es la época de floración, de octubre a mediados de diciembre.
Las semillas también son recolectadas y almacenadas en lugares secos para que se conserven en perfecto estado.
Contiene una sustancia denominada santonina.
El ajenjo marino se utiliza para combatir lombrices intestinales, al igual que otras plantas de su familia, aunque esta es la más activa de todas ellas.
También se utilizó hace mucho tiempo como cicatrizante en todo tipo de heridas.
Se debe tener cuidado con esta planta ya que ingerida en grandes cantidades resulta tóxica; los síntomas más comunes son: náuseas, urticaria e incluso en los casos más graves convulsiones que pueden producir la muerte por asfixia.
Actualmente no es muy empleada pues se ve sustituida por otras plantas que presentan las mismas propiedades pero que carecen de efectos secundarios.
Cocimiento: se ponen 10 gr. de las sumidades floridas de la planta a calentar en medio litro de agua; se deja cociendo durante veinte minutos.
Es recomendable beberlo en ayunas para combatir lombrices intestinales.
Si el preparado va a ser ingerido por un niño no se deben añadir más de 2 gr. de sumida-des floridas.
Hay que tener mucho cuidado con las cantidades utilizadas, puesto que esta planta que a cantidades pequeñas es totalmente inocua puede ser peligrosa a cantidades elevadas, llegando a producir la muerte en algunas ocasiones.