LOS BENEFICIOS DE EL ALMENDRO
El almendro es un árbol frutal que puede alcanzar más de 10 metros de altura si se encuentra en una tierra muy buena, aunque lo normal es que mida de 4 a 5 metros. Su tronco está formado por una corteza rugosa y con grietas.
Tiene muchas ramas esparcidas por todo el árbol.
Las hojas son de forma ovalada, lisas, y están llenas de pequeñas glándulas.
En invierno se caen ya que se trata de un árbol caduco.
Las flores son blancas o rosadas y tienen un cáliz pequeño y muy abierto.
Es originario de Oriente y África del norte, donde todavía se encuentran en estado silvestre.
Desde hace muchos años se cultiva en todo el Mediterráneo; concretamente, podemos encontrarlo en Levante, Andalucía y Mallorca.
Su floración se produce muy temprano.
Las yemas de las flores ya están formadas en otoño.
En algunas zonas -como las islas Baleares-pueden llegar a florecer a finales de diciembre.
En otras regiones lo hacen en enero y febrero.
Sus frutos tardan mucho en sazonar, pues necesitan unos ocho meses para ello.
Según van madurando, la parte carnosa del fruto va perdiendo su jugo y endureciéndose para terminar por despegarse.
Dentro del fruto se encuentra la semilla conocida comúnmente como almendra.
La parte recolectada de los almendros son sus semillas, que se emplean de múltiples y variadas formas.
La almendra es muy utilizada en medicina, cosmética y cocina.
Actúa eficazmente contra la tos.
Con la extracción de su jugo resulta un buen jarabe contra irritaciones e inflamaciones de estómago, intestino, riñones y vejiga.
El aceite de almendras se utiliza en las afecciones de la piel y es muy eficaz contra las quemaduras.
De todos son conocidas las propiedades nutritivas de las almendras.
Resultan un buen alimento después de inflamaciones del aparato digestivo y son muy apreciadas en la preparación de diversos dulces como mazapanes, turrones, etc.
También es un fruto seco con grandes propiedades alimenticias, muy utilizado como antianémico y como aportador de energía.
Sin embargo, debe tenerse especial cuidado con las almendras amargas, ya que pueden ser tóxicas, llegando incluso a provocar la muerte si se ingieren en grandes cantidades.
- Leche de almendras. Se maceran de 20 a 30 gramos de almendras dulces. Después se machacan en un mortero con 15 gramos de azúcar y se realiza una pasta fina.Se mezcla todo con 1 litro de leche, se cuela y se añade un poco de agua de azahar.
- Mascarilla de belleza. Mezclar polvo de almendras con limón para la piel grasa y extenderlo como mascarilla para el cutis. Si la piel es seca, es mejor utilizar leche para mezclar.
- Fruto. Puede ingerirse de diversas formas: tiernas (sin secar del todo), maduras -bien crudas o bien tostadas- y preparadas como dulces en muchas recetas de cocina.
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