El Cólquico es una planta perenne, con un bulbo subterráneo escamoso del que salen largas y viscosas flores de cálices violáceos.
Las hojas son largas, finas y lanceoladas, reunidas en penachos.
En el corazón de cada grupo de hojas madura el fruto, una cápsula oval con numerosas semillas en su interior.
Es una planta de porte elegante y vistoso pero también venenosa, por lo que puede ocasionar muchos problemas en manos inexpertas.
La planta se encuentra por toda Europa y es especialmente abundante en nuestra Península, sobre todo en los prados del Pirineo y zonas mediterráneas.
La planta florece a finales de verano y en otoño, madurando sus frutos al año siguiente, durante la primavera.
Para su empleo medicinal se recolectan sobre todo los bulbos y semillas.
El bulbo, una vez recogido y limpiado a fondo, se corta en rodajas y se pone a secar, incluso al sol.
Las semillas maduran en verano, que es cuando se recogen las cápsulas enteras; éstas, una vez secas, liberan las semillas.
El producto más importante de esta planta es la colihicina, un alcaloide que se encuentra en una proporción entre el 0,4 % y el 1,2 %.
También aparecen otros alcaloides, taninos y un aceite esencial.
La colchicina tiene la virtud de dilatar los capilares sanguíneos, pudiendo dañarlos de manera notoria; si se aumenta la dosis, tiene acción paralizante sobre el sistema nervioso central, llegando a paralizar incluso el sistema respiratorio, lo que provoca la muerte.
Es una planta que tarda tiempo en actuar; se conocen casos de intoxicación ocurridos hasta 4 ó 6 horas después de la ingestión de la droga.
Por su facultad vasodilatadora se utiliza en el tratamiento de los enfermos de gota.
Se supone que este ensanchamiento de los vasos remueve el ácido úrico y lo hace salir de sus depósitos.
También tiene una marcada acción antiinflamatoria sobre las articulaciones, por lo que se emplea -siempre bajo estricto control médico-en el tratamiento del reumatismo articular.
Por último, se le atribuyen también propiedades analgésicas y diuréticas.
Es una planta muy peligrosa, por lo que su uso casero está totalmente desaconsejado.
Sus alcaloides, muy útiles en la medicina actual, son de difícil manejo y deben dejarse en manos de profesionales médicos y farmacéuticos.
No son pocos los casos de intoxicaciones en niños: se calcula que 1 ó 2 flores de la planta son suficientes para intoxicar mortalmente a un niño; y en mayor cantidad las secuelas que dejaría en el adulto serían irreversibles.
La planta no debe ser utilizada en ninguna preparación casera.
En el mercado existen preparados comerciales que, bajo prescripción médica, pueden utilizarse en el tratamiento de gota y reumatismo articular.
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