Planta bienal o perenne que se cría en terrenos rurales, bordes de caminos, tapias... desarrollándose con más facilidad en lugares de cierta altura respecto del nivel del mar.
Posee un tallo que a partir del segundo año se vuelve leñoso en cierta medida.
Las hojas están divididas en al menos cinco lóbulos, cada uno de los cuales cuenta a su vez con el borde dentado.
En la antigüedad se empleaba como alimento, como verdura cocida, y aún hoy sigue teniendo esta utilidad en ciertos paises árabes, si bien resulta bastante insípida.
La floración se produce en los meses de primavera y verano, generando unas flores de un intenso color morado-rosáceo, recorridas por venas más oscuras.
Presentan numerosos estambres.
La recolección se efectúa en los meses anteriores a la floración, cuando la planta está totalmente desarrollada, desecándose lo más rápidamente posible y siempre con buena ventilación.
En algunos casos pueden aparecer unos puntos pequeños de color marrón en las hojas secas; estos se deben a la aparición de un hongo -bastante común en esta especie- que estropea el producto, pues con la aparición de estas manchas se debe desechar cualquier hoja que las posea.
Para recolectar las flores hay que operar con la planta en floración, durante los meses de junio y julio, desecando rápidamente en estufa
o a la sombra a 36 ºC; de esta forma se consigue un bello color azul, garantía de un secado en condiciones.
Las flores contienen gran cantidad de mucílago -al igual que las hojas- que puede alcanzar hasta la cuarta parte del peso total de la planta; gracias a ello posee cualidades laxantes que se originan por medio de la formación de un bolo -generado por el mucílago expandido gracias al agua- que facilita su tránsito intestinal.
Actúa asimismo como emoliente y balsámico, por lo que se emplea en catarros, bronquitis, faringitis, asma, procesos gripales y estomatitis.
Tiene también vitaminas A, B1, B2 y C.
En conjunto, se observan ligeras actividades diuréticas, por lo que se emplea en casos de oliguria, cistitis y obesidad.
Se filtra y se puede tomar hasta un total de cuatro veces al día.
Se emplea como colutorio, para gargarismos, baños oculares, irrigaciones vaginales...
Laxante. Balsámico. Diurético
Posee un tallo que a partir del segundo año se vuelve leñoso en cierta medida.
Las hojas están divididas en al menos cinco lóbulos, cada uno de los cuales cuenta a su vez con el borde dentado.
En la antigüedad se empleaba como alimento, como verdura cocida, y aún hoy sigue teniendo esta utilidad en ciertos paises árabes, si bien resulta bastante insípida.
La floración se produce en los meses de primavera y verano, generando unas flores de un intenso color morado-rosáceo, recorridas por venas más oscuras.
Presentan numerosos estambres.
La recolección se efectúa en los meses anteriores a la floración, cuando la planta está totalmente desarrollada, desecándose lo más rápidamente posible y siempre con buena ventilación.
En algunos casos pueden aparecer unos puntos pequeños de color marrón en las hojas secas; estos se deben a la aparición de un hongo -bastante común en esta especie- que estropea el producto, pues con la aparición de estas manchas se debe desechar cualquier hoja que las posea.
Para recolectar las flores hay que operar con la planta en floración, durante los meses de junio y julio, desecando rápidamente en estufa
o a la sombra a 36 ºC; de esta forma se consigue un bello color azul, garantía de un secado en condiciones.
Las flores contienen gran cantidad de mucílago -al igual que las hojas- que puede alcanzar hasta la cuarta parte del peso total de la planta; gracias a ello posee cualidades laxantes que se originan por medio de la formación de un bolo -generado por el mucílago expandido gracias al agua- que facilita su tránsito intestinal.
Actúa asimismo como emoliente y balsámico, por lo que se emplea en catarros, bronquitis, faringitis, asma, procesos gripales y estomatitis.
Tiene también vitaminas A, B1, B2 y C.
En conjunto, se observan ligeras actividades diuréticas, por lo que se emplea en casos de oliguria, cistitis y obesidad.
- Decocción. Tres gramos de hojas y flores de malva desecadas se añaden a 300 mililitros de agua a temperatura de ebullición, dejándolo en esta situación durante tres minutos, después de los cuales se deja enfriar durante diez minutos más.
Se filtra y se puede tomar hasta un total de cuatro veces al día.
- Jugo de la planta fresca. Se extrae directamente, aplicándolo sobre la piel inflamada por picaduras de insectos, consiguiendo así aliviar la zona.
- Decocción uso externo. Se prepara con cuarenta gramos de las hojas y flores, que se añaden sobre un litro de agua que hierve durante quince minutos.
Se emplea como colutorio, para gargarismos, baños oculares, irrigaciones vaginales...
Laxante. Balsámico. Diurético
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