La ajedrea es una pequeña mata, tiesa y áspera al tacto, leñosa solo en la base y con las ramas herbáceas cubiertas de pequeños pelitos blancos.
Es una planta muy frondosa, de hojas enfrentadas, estrechas y agudas.
Se cría en laderas y collados secos, en general siempre sobre terrenos calcáreos de casi todo el país.
Existe una variedad de esta especie, la Satureja innota, que solo se distingue de la ajedrea por tener las hojas más anchas, redondeadas en su extremo superior y atenuadas en la base, como si formaran un rabillo.
Florece a partir del mes de junio y continúa durante todo el verano y parte del otoño.
De la recolección interesan las hojas y la sumidad florida.
En las hojas de esta planta se distinguen numerosos hoyitos, en cada uno de los cuales se aloja una glándula repleta de esencia, que es la que comunica a la ajedrea el intenso aroma que despide.
El sabor de las hojas en crudo es ligeramente picante.
La ajedrea contiene cantidades variables de una esencia que, en algunas variedades, puede llegar a superar el 2%; esta esencia está compuesta fundamentalmente de carvacrol, cineol, dipenteno y otros alcoholes menos conocidos.
Los ácidos fenólicos le confieren una acción antiséptica, reforzada por la esencia, que además tiene propiedades tonificantes, aperitivas, digestivas y carminativas.
En la planta también se han encontrado taninos que actúan como astringentes, antidiarreicos y cicatrizantes.
Está indicada en problemas de inapetencia, atonía gastrointestinal, espasmos gastrointestinales, meteorismo, dolores de estómago, bronquitis y en uso externo sirve asimismo para curar heridas.
Sin embargo, no es una planta exenta de efectos indeseables.
En efecto -como en cualquier esencia- se ha descrito la aparición de erupciones cutáneas tras administrarse por vía interna.
En realidad se trata de un hecho poco frecuente, pero se recomienda siempre empezar el tratamiento con dosis bajas para ir aumentándolas poco a poco.
Es importante tener precaución en caso de que se administre a niños, pues ellos son más susceptibles de padecer problemas alérgicos.
- Infusión. Una cucharada de postre por taza. Las hojas deben estar bien desmenuzadas antes de añadirlas al agua hirviendo. Se toma una taza después de las comidas.
- Esencia. De 3 a 5 gotas de la esencia, sobre un terrón de azúcar, tres veces al día después de las comidas.
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