La adelfa es un arbusto que puede alcanzar hasta 5 metros de altura y que se mantiene verde los 365 días del año.
Las flores son rosas, aunque excepcionalmente existen algunas blancas y se encuentran formando graciosos ramilletes en el extremo de las ramas.
El fruto es una doble vaina que se abre por un costado soltando numerosas semillas.
Se cría a orillas de las corrientes de agua en tierras bajas, desde el Ebro hasta Portugal.
Florece en verano, siendo ésta la mejor época para la recolección de las hojas, que es la parte que interesa con fines medicinales.
Es una planta muy venenosa y totalmente desaconsejada para uso particular.
En las hojas de esta planta se encuentran heterósidos cardiotónicos, flavonoides, sustancias resinosas y ácido ursólico.
Son compuestos -sobre todo los heterósidoscon acciones muy fuertes sobre el corazón en dosis relativamente pequeñas; por esta razón su uso debe estar sujeto a control médico.
También ejerce una acción diurética debido a la presencia de flavonoides.
En algunas zonas rurales utilizan las hojas frescas de adelfa contra la sarna, actuando eficazmente en decocción, o simplemente mezclada con miel y aplicada de forma tópica.
En el caso de que se produzca una ingestión accidental de la planta, el primer síntoma que se advierte es la aparición de fuertes vómitos.
Conviene en este caso administrar fármacos analépticos (compuestos que tienen la virtud de restaurar el cuerpo) y vigilar muy de cerca el ritmo cardíaco.
Existen formas orales, pero por su elevada toxicidad no las vamos a comentar.
Solo para dar una idea de las dosis que se utilizan, digamos que las píldoras no contienen más de 0,05 g. -dosis que son difíciles de ajustar sin los conocimientos necesarios.
En cuanto a su uso externo se preparan diversas lociones, como parasiticida (sobre todo contra la sarna) .
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